martes, 23 de junio de 2009

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?


No. El profesor puede utilizar instrumentos de evaluación que respalden, no las calificaciones de sus alumnos, sino los procesos y productos elaborados que dan cuenta del cumplimiento, o no, de los aprendizajes esperados y las competencias para la vida a través del trabajo individual, en equipo y por grupo.
Los cuadernos de clase de los estudiantes, el diario del profesor, los procesos y productos del trabajo escolar se constituyen en los principales instrumentos para evaluar en forma permanente y no extraordinaria los avances semanales y parciales evidentes, por lo que el juicio valorativo del profesor deberá confrontarse con las notas, producto de la autoevaluación y coevaluación de sus alumnos.
La evaluación de procesos y productos durante el año escolar, que hacen posible medir en forma sistemática y gradual el aprendizaje de un alumno, observando la adquisición y aprovechamiento de sus aprendizajes significativos, que no se evalúan por promedio, sino por el nivel de logro obtenido. A diferencia del pasado, donde el profesor dependía básicamente del examen (preguntas) para saber a última hora si el alumno aprobaba o no su curso. Esta forma de proceder de los profesores debe cambiar, no es justificable que un alumno obtenga la calificación final por medio de un examen para el cual se preparó el día anterior, y después del cual le quedan muy pocos conocimientos en su memoria de largo plazo para aplicarlos o utilizarlos posteriormente.
Esta visión de la evaluación implica cuestionar los exámenes que se realizan en forma por demás extraordinaria, pero antes, implica establecer la responsabilidad del profesor en las medidas pertinentes para orientar y apoyar a los alumnos que más lo requieran.
En conclusión, la respuesta a algunas simples preguntas no debe entenderse como una nota aprobatoria o reprobatoria exclusivamente, ni como evidencia total de aprendizaje que segmenta y califica a los alumnos a partir de un número, verlo así es dejar de lado todas aquellas experiencias y procesos significativos que se construyen paso a paso modificando conocimientos, habilidades y actitudes que hacen posible o no el éxito académico de los alumnos. La evaluación debe ser un proceso amplio y abierto.

CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE CONGRUENTES CON EL ENFOQUE EN COMPETENCIAS

¿Qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?

De las concepciones de aprendizaje que expone Pere Marqués considero que las de APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO, EL CONSTRUCTIVISMO Y EL SOCIO – CONSTRUCTIVISMO están más relacionadas con el enfoque de competencias.
Aprendizaje Significativo, ya que Ausubel y Novak, establecen que el aprendizaje para el alumno tiene que ser significativo y relacionarse con sus conocimientos previos que le permitan tener una utilidad o aplicación en su realidad, es decir que le permitan resolver problemas o adecuarse a situaciones de su vida y el entorno que le rodea, y para ello el proceso de enseñanza – aprendizaje deber ser activo y buscar la motivación en el aprendiz para buscar sus propios conocimientos.
En el Constructivismo, de Piaget, se establece la forma del desarrollo de la inteligencia y el aprendizaje a partir de la adaptación de la persona la medio, en el que se consideran los estadios del desarrollo cognitivo (sensor - motor, operaciones concretas, y de operaciones formales), en donde la interacción y la actividad privilegian el desarrollo de la inteligencia y la construcción de su propios conocimientos con la interacción constante con el medio y los conocimientos previos que tengan y les resulten atractivos, y con ellos le permitan al aprendiz reconstruir su esquema mental de conocimientos al ponerlos en práctica en la solución de problemas reales.
En tanto el Socio – Constructivismo, basado en las ideas de Vigostski, se consideran los aprendizajes como un proceso personal al construir sus nuevos conocimientos a partir de los conocimientos previos del aprendiz, en donde el contexto social en que se desarrollen le permitirán al alumno a desarrollar ciertas habilidades de interacción como el aprender de otros y exponer sus puntos de vista por medio de la socialización, lo que le permitirá desarrollar un andamiaje del conocimiento y su aplicabilidad.
Por lo que estas teorías del aprendizaje son base para el enfoque de competencias en el que se pretende crear un perfil del bachiller, que sea reconocido por los diferentes subsistemas a través de un MCC, y que este basado en el aprendizaje significativo y desarrollo de competencias que permitan que el estudiante además de generar su propios conocimientos, le resulten atractivos y de utilidad en el campo personal, laboral y educativo, para así integrarse al Nivel Superior, al Sector laboral o simplemente le resulte útil en el entorno o contexto en que se desarrolla o pretende llevar a cabo su proyecto de vida.