martes, 19 de mayo de 2009

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA


En la reflexión cotidiana docente prevalece muchas de las veces, la frustración de no haber logrado las metas de manera satisfactoria. Esto sin duda se debe a múltiples factores: falta de una planeación adecuada, falta de conocimiento sobre distintas estrategias didácticas, no dominar los canales y formas de comunicación adecuadas, no implementar estrategias para los distintos estilos de aprendizaje, etc. En este proceso de autorreflexión, acercarse a lo que está pasando dentro de sí mismo, constituye el interés básico hacia nuestra labor diaria. En esta práctica diaria, efectivamente “la práctica hace al maestro”. Sin embargo, el valor que se le asigna a la experiencia es diverso, par a algunos puede ser fuente de mejoramiento profesional, para otros, una rutina que no puede ser cambiada. Está ambivalencia refleja, por qué para algunos su trabajo es tedioso y para otros algo satisfactorio.
No debemos olvidar que lo más importante son los alumnos y por ello es necesario planificar, para que el docente se aproxime al máximo a las metas y mediante el empleo óptimo de sus capacidades disfrute de su trabajo e integración al entorno institucional, debemos ser capaces de seleccionar, partiendo de situaciones nuevas y complejas. En conclusión la formación docente es producto de diversos ámbitos de formación personal y profesional. La misma cotidianidad institucional en que está inmersa y que forja nuestra experiencia.

1 comentario:

  1. Hola:

    Dentro del trabajo académico, coincido contigo que lo más importante para nosotros, como prestadores de un servicio académico son los clientes, nuestros alumnos; y en efecto, en ocasiones pareciera que nuestros esfuerzos no son suficientes, ya que el mismo entorno comienza a exigir una mayor planeación y constante evolución.

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